mundo posible

novela publica

Sunday, May 21, 2006

Capitulo Cuarto

Santiago era otra cosa. Acá siempre la gente ha andado un poco más rápido que en el resto del país. El tranvía pasaba por aquí mismo, por esta calle. Casianito vino conmigo después del mar. Dijo que tenía unos asuntos aquí, en la capital. Entonces, me agarró y me trajó aquí. Nos bajamos en la Estación Central, imaginese pues, ahí yo niño todavía, sombrero en la mano, bajándome del tren. LLegamos sin almorzar, así que lo primero era ver donde comíamos un caldo. Cuando salímos de la estación de trenes, nunca antes vi tanta gente, y toda la gente ahí con su paletó y el sombrero de paño. Bueno, también la gentecita pobre andaba ahí a patita pelá, "pelando el ajo" como quien dice. Estuvimos dos días en la capital y Casiano me mandó de vuelta a donde la mamita, antes de subirme me abrazó fuerte; cuidese Pedrito, dijo.
Arriba del tren, mirando como la mañana se alejaba, igual como se alejaba Santiago, me traía un poco del susto de la capital a la provincia y un poco de ese color plomo de la ropa que usaban los capitalinos.